domingo, 25 de marzo de 2007

LA PUNTUALIDAD EN LOS PADRES Y MAESTROS

Por: Julio Vargas Castaños* Ya nos hemos referido a la puntualidad del primer funcionario y servidor de la nación, de los ministros de estado, congresistas y funcionarios de mayor jerarquía. Ahora, nos toca analizar esta responsabilidad y valor en los padres y maestros. Con respecto de los padres de familia, creo que en su gran mayoría no son precisamente el mejor modelo a seguir, salvo dignísimas excepciones, ya que llegan tarde a sus centros de labores y encima no se capacitan y superan permanentemente para mejorar su productividad. Por ello, es que estamos atrasados, sub-desarrollados, dependientes de la tecnología y economía de otros países. También es necesario señalar aquí, que la puntualidad no es sólo estar en el lugar y en el tiempo acordado o pactado para un compromiso o trabajo; es ser respetuoso, atento, responsable y eficiente con las tareas y/o funciones que nos toca desempeñar. Entonces debemos proponernos un gran cambio para lograr ser los modelos positivos de la puntualidad, sinónimo de eficiencia y superación. En cuanto a los profesores, docentes o maestros, hay mucho que decir, porque tenemos el sagrado compromiso de realizar la gran revolución de luchar en esta desigual y asimétrica guerra contra la ignorancia, que es atrevida y cruel como el hambre y la mendicidad en que se encuentra nuestro pueblo. Pero, la revolución debe ser sin sangre y sin muertes, llevando como la más potente arma el espíritu de superación, el cultivo de valores, el desarrollo del amor propio y la estima personal. Sí amigos profesores, tenemos la obligación moral de ser cada día la flama que anima al cambio, siendo positivos, alegres, entusiastas, optimistas y seguros de que si nosotros nos superamos en nuestra calidad: moral, intelectual, cultural, científica, metodológica, sistemática y didáctica, podemos lograr la gran revolución y sacar al país de la postergación en que se encuentra. Sin embargo, este sueño sólo será posible si nos capacitamos, aceptamos la evaluación correspondiente, que debe ser permanente, (¿nosotros, no evaluamos a nuestros alumnos?), reconocemos deficiencias y potencialidades cognitivas, reforzamos nuestra preparación y salimos airosos para seguir la brega como el Quijote, pero, no debemos luchar contra los molinos (que no son nuestros enemigos), sino contra la injusticia, la exclusión, el hambre biológico, la miseria moral, ética y espiritual en que supervivimos, en este cruel mundo globalizado que no perdona deficiencias ni incompetencias. “Empecemos a realizar el gran cambio nacional, comenzando por nosotros mismos, siendo los protagonistas de nuestra individual y grupal superación, para ser dignos merecedores de la palabra PADRE y MAESTRO”. Julio Vargas Castaños DNI :07023604 Email: casvarjul@yahoo.es Tel: 467-4473 (*) Educador y Agente de Cambio Social.

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