sábado, 24 de mayo de 2008

CARTA DE UN NIÑO ANTES DE CONOCER A SU PADRE

Desde la ciudad más linda, cálida y feliz… ¡el vientre de mi madrecita bendita! DESTINATARIO: Mi querido papito. No sé si me sabré expresar con el mismo amor, belleza y sabiduría con que tú seguramente lo haces, pero quiero decirte, ¡papito!, lo feliz que soy aquí, en el cariñoso, espléndido y maravilloso vientre de mamita, donde tengo seguridad protección y ternura, porque soy fruto del amor compartido intensamente y esto me da muchas ganas de crecer para nacer y estar pronto en sus brazos. Te cuento papi, que a los 21 días de formación sentí una fuerte emoción… pues ya tenía un corazón que recibía mucho amor. ¡Que alegría! e ¡incomparable dicha! Sabes, cuando tuve 16 semanas en este hermoso hogar que tú y mi adorable madrecita me han brindado, pensando en los primeros estadíos de mi vida. Nuevamente me emocioné al escuchar la sinfonía vibrante de los latidos del corazón de mamá, que marca el ritmo alegre de mi pequeño corazoncito. ¿Y sabes lo que me gusta de ti?, es, que ya me acaricias sin conocerme, me hablas como si me escucharas y sonríes optimista aunque la vida sea dura para ti… Sé que sufres, porque trabajas duro y sin descanso, tal vez incomprendido, marginado quizás, pero; eso no te importa y sigues adelante ¡con fe en la vida! Sí, creo que empiezo a darme cuenta que me esperas, que quieres abrazarme y jugar conmigo como si fueras un amigo de mi tamaño. Papito ¿me comprarás el osito? O ¡harás con tus manos mis juguetes!, que luego compartiré con mis hermanitos. Ya tengo 6 meses y naceré pronto, estoy aprendiendo a valorar el coraje con que te enfrentas a la adversidad y, si alguna vez retrocedes, es porque luego, das saltos gigantes hacia el éxito. ¡Si! el éxito, que te cuesta mucha paciencia y porfía, ya que no le arrebatas a nadie, lo que le pertenece. Papito, eres honrado, honorable, humilde y sabio para mí y eso me da mucho orgullo; algún día, seré como tú. Ya tengo todos mis órganos totalmente formados, y ahora entiendo mejor tus preocupaciones y también me doy cuenta que ha crecido tu amor por mí, y lo digo porque cuando te acercas cariñoso a mamá, le hablas de mí, haciendo planes para que, cuando yo nazca, tenga todo; mi cunita, mis juguetes, los globos de colores… Pero de ese todo, lo que más agradezco, es tu lealtad a mamá, tu cariño a mis hermanitos y el amor que cada día me dan como alimento a mi espíritu, cuando acaricias tiernamente el vientre de mi mamita… tu eterna enamorada. Tengo 9 meses y estoy ansioso por nacer, quiero con toda mi alma, que estés al lado de mamita y que sean tus fuertes, poderosos y tiernos brazos, los que me den la bienvenida a esta nueva etapa de mi existencia. ¡OH!, ¡He nacido al fin!, me recibes emocionado, tembloroso, besas con mucha ternura a mamita y me pones en su pecho, al lado de su corazón. ¡Que emoción tan divina y celestial!... 15 años: Han pasado ya algunos años de esa primera carta que te escribí, ahora quiero ser digno de tu noble ejemplo… Te pido padre amigo y compañero, que me des permiso para hablar con orgullo de ti. Ojala que otros tengan la misma suerte que yo, de tener un padre que es más fuerte, tierno, sabio, amigo y concejero, a medida que pasan los años. ¡OH!, ¡Padre querido!, eres como un árbol frondoso que me da apoyo y sombra que me cobija, que se hace leña para darme fuego y energía vital psico-afectiva-espiritual. ¡Padre! Alguna vez los árboles se quedan sin ramas y caen sus hojas, pero vuelven a retoñar. Por eso te prometo que yo daré frutos tan nobles, leales, sinceros, perseverantes y tenaces como eres tú, querido papá. Este será el mejor homenaje para ti y la vida que te debo. Julio Vargas Castaños (*) Educador y Agente de Cambio Social. DNI: 07023604, CPPe: 072914 Email: casvarjul@yahoo.es Tel: 467-4473 http://elpoeta13.blogspot.com/