lunes, 20 de agosto de 2007

¿ABRAZASTE A ALGUIEN HOY?

¡Sé feliz ahora!; la alegría, amor y felicidad que ofrezcas retornarán a ti, con creces.
Hoy es un nuevo día para ti, para mí y para todos los que tenemos la dicha de volver a mirar la luz, la belleza de la naturaleza y los rostros sonrientes de los niños, familiares, vecinos y compañeros de estudio y/o de trabajo que responden al saludo cariñoso, participando del común deseo de encontrar la paz, para realizar las cotidianas faenas y/o labores del hogar, con la esperanza de poder llevar el pan a los nuestros con dignidad y amor.
Pero así como necesitamos respirar, que circule nuestra sangre, percibir y transmitir sensaciones que permiten adaptarnos; también debemos imponer inteligencia a la fuerza, ternura a la violencia, perdón a la ofensa y humildad a la soberbia; porque “no solo de pan vive el hombre” y por tanto requiere de una fuente de energía motivadora que inyecte sentimientos nobles, active deseos de superación y dinamice acciones para lograr el crecimiento y el desarrollo integral con proyección a la plenitud psicosomática espiritual, de tal manera que el “hombre” logre su realización integral y plena, alcanzando su felicidad.
Indudablemente, esa energía positiva se elabora, procesa y proyecta a partir del Ser Supremo, quien nos da la voluntad, inteligencia y afecto que nos permite transmitir todo lo positivo de nuestros sentimientos, deseos y acciones para compartirlos con los demás.
¿De qué manera se da y se recibe esta energía positiva? ¿Cómo debemos transmitirla y recibirla? ¿Es posible que convidemos la felicidad? Claro que sí, solamente requiere compartir abrazos y/o caricias psicosomáticas-espirituales, mediante las expresiones auténticas y sinceras que emanan positivamente desde nuestro interior, con los propósitos de lograr el bienestar de nuestros semejantes, de los seres queridos y hasta de los enemigos; ya que, si así actuamos, todo lo que hagamos por los otros será también en nuestro beneficio. Si empleamos el análisis transaccional en todas las manifestaciones de nuestra comunicación, estableceremos los mecanismos que hacen posible la armonización, el buen entendimiento y en consecuencia, podemos compartir alegrías, sonrisas y recíprocamente nos daremos aliento para tener éxito y felicidad cada día.
En unas líneas de la revista Selecciones (Setiembre de 1981, página 55), se redondea y refuerza mis argumentos, según la socióloga estadounidense Virginia Satir, ” el abrazo es el remedio para la melancolía”. “Nuestros poros son como antenas para la recepción de mensajes de amor”, manifestó ella ante una Convención Ortopsiquiátrica, “y el contacto físico es muy importante”. La especialista agregó: “cuatro abrazos al día son importantes ya que son necesarios para sobrevivir, ocho para el sustento y doce para crecer”. Por tanto, querido amigo, comunícate positivamente con tus semejantes. Haz que desarrolle tu mente, que crezcan tus afectos y se agigante tu espíritu, practicando diariamente la técnica de abrazar a los demás y dar cariño, que al hacerlo también lo recibirás intensamente, en beneficio propio y de los tuyos. ¡Sé feliz ahora mismo!, de ti depende la paz, el amor y la felicidad. Julio Vargas Castaños DNI: 07023604 CPPe: 072914 Email: casvarjul@yahoo.es Tel: 467-4473 (*) Educador y Agente de Cambio Social.

No hay comentarios.: